Tener el tabique desviado no es, ni mucho menos, solo un problema estético. Es una alteración que compromete la correcta función de la cavidad nasal. Esto se traduce, como te podrás imaginar, en dificultad para respirar adecuadamente, lo que termina derivando en otro tipo de problemas de salud.
¿Por qué se produce la desviación del tabique nasal? ¿Cómo podemos saber si tenemos este problema? ¿Tiene solución? Sigue leyendo, sal de dudas… ¡y mejora tu calidad de tu vida!
¿Qué implica tener el tabique nasal desviado?
El tabique es, para que nos entendamos, el sostén o el pilar de nuestra nariz. Se extiende desde las fosas nasales hasta la parte de atrás de la garganta. Está formado por una parte cartilaginosa y otra parte ósea, y cuando se encuentra torcido o desviado, esto suele afectar a ambas partes.
El tabique debería situarse justo en la línea media que separa ambas fosas. Cuando la desviación es muy pronunciada, puede llegar a obstruir de forma prácticamente completa una de las dos. Dificultando la respiración y produciendo molestias, inflamaciones o infecciones de las vías respiratorias.
Pero, ¿Cómo se diagnostica un tabique nasal desviado? ¿Cómo podemos saber que tenemos ese problema o que lo tiene nuestro hijo o hija?
Estos son algunos de los síntomas más habituales:
- Fosas nasales obstruidas: En función de la gravedad de la desviación, podemos encontrar una fosa nasal obstruida o las dos. Esto es especialmente evidente cuando la persona está acatarrada o cuando pasa por un proceso alérgico.
- Ronquidos o ruidos al estar dormidos: La desviación del tabique no solo provoca obstrucciones que impiden que el aire entre por las fosas nasales con normalidad, sino que también provoca inflamación e irritación de los tejidos nasales. De modo que, durante el sueño, las personas con este problema suelen roncar mucho o hacer ruidos extraños. Esto, obviamente, repercute negativamente en la calidad de su sueño y en su salud.
- Propensión a sangrar por la nariz: La irritación y la sequedad interna como consecuencia de una mala respiración puede hacer que las personas con el tabique nasal desviado sangren por la nariz de forma más recurrente que las que no lo tienen.
- Alteraciones en el crecimiento del rostro y maloclusión: En niños y niñas, la desviación del tabique nasal puede tener consecuencias negativas para el correcto desarrollo del resto de las partes de su rostro. Imaginemos el caso de un niño o una niña con el tabique nasal desviado que, al no poder respirar bien por la nariz, termina respirando constantemente por la boca. Esto, a la larga, condiciona el crecimiento del resto de los huesos faciales, pudiendo aparecer un problema llamado maloclusión, que provoca alteraciones en la mordida, por una mala relación entre el maxilar y la mandíbula.
Causas de la desviación del tabique nasal
Podemos hablar de tres causas principales del tabique nasal desviado:
- Causas congénitas. Esto ocurre cuando la desviación del tabique nasal se produce de nacimiento. Son las causas más raras, puesto que afectan a un porcentaje muy pequeño de la población.
- Causas secundarias vinculadas a otros problemas. En ocasiones, el tabique nasal se tuerce debido a otros problemas relacionados. Generalmente, a causa de malformaciones faciales, como ocurre con el popularmente conocido como labio leporino o el paladar hendido.
- Por traumatismos en la infancia. La gran mayoría de los casos se encuentran bajo esta categoría. Es muy habitual que un golpe en esa zona de la cara, debido a una caída o a un juego, termine dando como resultado la desviación del tabique nasal.
¿Qué problemas genera tener el tabique nasal desviado?
No podemos olvidar que tener torcido el tabique va más allá de lucir una nariz más bonita o más fea. Lógicamente, los problemas estéticos nos afectan mucho. Especialmente en edades complicadas, como la pubertad o la adolescencia, donde la construcción de la autoestima es uno de los hitos más destacados.
Pero la gran desventaja de tener el tabique nasal desviado tiene que ver con problemas funcionales. Las personas que presentan esta complicación no suelen respirar correctamente, lo que, a la larga, puede conllevar otros problemas de salud. Pensemos incluso en que esto dificulta la práctica de deporte.
Estos problemas funcionales son especialmente llamativos en niños y adolescentes. Al necesitar respirar por la boca, esto puede afectarles gravemente en el desarrollo del resto de los huesos faciales. Como comentábamos antes, en muchas ocasiones encontramos maloclusión en estos pacientes: la mordida no encaja con normalidad.
También es muy frecuente que las personas que tienen el tabique nasal desviado sufran sinusitis crónica.
El tabique nasal desviado, ¿tiene solución?
Por supuesto. La desviación del tabique de la nariz puede corregirse con una intervención que no conlleva graves riesgos ni molestias en los pacientes, y cuya recuperación también es rápida. Dependiendo de cada caso particular, la cirugía suele durar entre 1 hora y media y 3 horas, y se lleva cabo bajo anestesia general.
Eso sí, como siempre recalcamos: sólo debe llevarla a cabo un cirujano o cirujana especializado en intervenciones plásticas, estéticas y reparadoras. Y es que la nariz es un punto fundamental para el resto del rostro. El resto del desarrollo óseo del rostro depende de ella.
Por ello, no es recomendable intervenir demasiado pronto. Si encontramos una obstrucción muy grave y no queda otro remedio para mejorar la calidad de vida del menor, entonces sí podría hacerse siendo muy conservadores con los puntos de crecimiento del resto del rostro.
Pero lo más habitual suele ser que el tabique nasal se opere entre los 14 y los 16 en el caso de las niñas (que terminan su desarrollo un poco antes) y entre los 16 y los 17 en el caso de los niños. De este modo, no interferiremos en su proceso de crecimiento y solucionaremos el problema funcional y estético a tiempo.
Esta cirugía, cuando es meramente funcional y se toca exclusivamente el tabique, recibe el nombre de septoplastia.
Es una intervención que requiere de gran pericia y conocimiento de las estructuras por parte del cirujano, puesto que el tabique es el elemento de soporte central de la nariz, y no puede retirarse de forma íntegra. O bien podemos retirar la parte que está torcida y enderezarla, o bien quitar directamente el fragmento que está desviado, siempre y cuando éste no sea excesivamente grande.
No obstante, lo más frecuente suele ser que practiquemos una rinoseptoplastia, y aprovechemos la misma intervención para corregir tanto el tabique como la pirámide nasal, solucionando así también el problema estético que surge como consecuencia de la desviación. En muchos pacientes se aprovecha para retocar también la punta de la nariz, consiguiendo un equilibrio estético muy atractivo.
Funcionalidad y estética van de la mano. Gracias a la rinoseptoplastia conseguimos mejorar la calidad de los pacientes en todos los sentidos. Y en edades tan complicadas como la adolescencia. ¿Quieres saber más? ¿Te gustaría saber si esta cirugía es para ti? Pide ya tu cita previa con la Dra. Meli y recibe el mejor asesoramiento.
Gracias por la info!