¿Te han salido nuevos lunares? ¿Tus lunares han cambiado de forma, tamaño o color? Si has contestado SÍ a alguna de estas preguntas es el momento de que acudas a un especialista para una revisión de lunares.

Según datos de la Academia Española de Dermatología y Venereología, el 22% de la población en España reconoce no haber revisado nunca sus lunares. ¿Eres tú uno de ellos?

Melanoma, el cáncer más frecuente

Nos encanta el sol y el tono bronceado de la piel que nos hace sentir más guapos. Bien es cierto que aporta grandes beneficios para nuestra salud: ayuda a producir vitamina D, muy importante para la salud ósea y eleva la producción de endorfinas que nos hacen sentir bien. El problema llega cuando lo tomamos en exceso y aumenta el riesgo de desarrollar melanoma o cáncer de piel.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el cáncer de piel es el más frecuente en el mundo y que los nuevos casos de melanoma se están incrementando más rápidamente que en cualquier otro tipo; aunque su presencia sigue siendo baja, ocurriendo en Europa en 10-20 de cada 100000 personas. A pesar de ello, el 95% de los casos se cura si se detecta a tiempo. Pero son pocas las personas que tienen conciencia de esto y acuden a revisión de forma regular.

La lucha contra el cáncer de piel tiene dos pilares fundamentales: adquirir hábitos de vida saludables que nos protejan de forma adecuada de los efectos dañinos del sol y la detención precoz.

Revisión de lunares

Revisar la piel tanto de forma individual como que lo haga un especialista es fundamental para detectar posibles lunares sospechosos. Aunque el melanoma es poco frecuente, esto no puede hacer que nos confiemos y mucho menos que nos despreocupemos.

Nosotros mismos debemos estar pendientes de los cambios que sufren nuestros nevus, autoexplorarnos, y determinar si sufren el “signo del patito feo”. Esto es que un lunar o mancha se vea diferente al resto, entonces es momento de acudir a un especialista. Es cierto que no podemos observarnos la espalda, pero eso no significa que debamos olvidarnos de ella; sería conveniente pedir ayuda a un familiar para poder realizar una exploración completa.

Las revisiones médicas, por parte de un dermatólogo son sencillas y suelen durar poco tiempo (aproximadamente 15 minutos), dependiendo de la cantidad de lunares que se tenga. Primero realiza un análisis visual para clasificarlos y observar si hay alguno que llame la atención. A continuación se revisa uno a uno con un dermatoscopio digital que permite la visualización de las lesiones de la piel a gran tamaño.

Hay personas con un elevado riesgo a desarrollar melanoma, para ellas las revisiones periódicas de lunares o nevus están especialmente indicadas. Algunos signos para determinar si te encuentras entre este grupo son:

  • Haber tenido melanoma anteriormente
  • Tener un gran número de lunares (más de 50-100)
  • Nevus atípicos (irregulares en su forma o en su color o mayores de 1 cm)
  • Antecedentes de quemaduras solares importante o numerosas
  • Personas con piel y ojos claros
  • Antecedentes familiares de primer grado de melanoma
  • Personas con lunares de nacimiento de más de 10 cm

La regla del ABCDE

El diagnóstico precoz del cáncer de piel es fundamental, por ello es fundamental la revisión de lunares o de cualquier cambio que se aprecie en la piel. La Regla del ABCDE da una serie de pistas a la hora de sospechar sobre la posible malignidad de un lunar o mancha.

  • A de asimetría. Al dividir un lunar las dos mitades deberán ser similares o parecidas en cuanto a forma y a color. Los nevus benignos son redondos o simétricos.
  • B de bordes. Normalmente los lunares tienen los bordes regulares; los bordes irregulares no son siempre sinónimo de melanoma pero sí que tienen un mayor riesgo de ser maligno.
  • C de color. Los lunares suelen ser marrones claros u oscuros, pero tienen un color uniforme. Un nevus con más de dos o tres colores tiene un mayor riesgo de ser maligno.
  • D de diámetro. Los lunares suelen tener un diámetro menor a 6 mm, por tanto los de un tamaño mayor a lo habitual suelen tener un riesgo más elevado.
  • E de evolución. Quizás sea el punto más importante, examinar cómo han ido evolucionando los lunares. Ante cualquier cambio de tamaño, forma, color, picor, aparición en exceso de nuevos… es aconsejable consultar con un especialista.

¿Cuándo es necesario extirpar un lunar?

Es el especialista el encargado de diagnosticar si finalmente un lunar debe ser extirpado. Pero, habitualmente, si resulta un nevus “sospechoso” de cáncer, si produce molestias o interfiere en tus hábitos cotidianos el médico optará por eliminarlo.

Quitarse un lunar es un procedimiento rápido y por lo general ambulatorio. Se anestesia la zona y se corta, con un margen de piel sana si es necesario. La recuperación suele ser rápida y la incorporación a tus rutinas casi instantánea.

Si deseas deshacerte de un lunar ya sea por razones estéticas u otros motivos, ponte en contacto con nosotros. Aunque en la mayor parte de los casos una cicatriz es inevitable, estas intervenciones se realizan con tal precisión que ofrecen un excelente resultado estético, caracterizado por una cicatriz prácticamente imperceptible.