Las mujeres tenemos ciertas partes del cuerpo a las que prestamos mucha atención o importancia y que suponen para nosotras un foco estético esencial que queremos mantener, cuidar y, si es posible, mejorar. Una de ellas y que aúna, sin duda, a la mayoría como señal de orgullo o preocupación es el pecho femenino.

No solemos estar muchas veces conformes con su tamaño, sabiendo que nos gustaría un poco más o un poco menos, ni con su forma, simplemente porque nos gustaría más de otra manera o porque tiene un problema médico estético real. En esta segunda categoría es donde entra lo que conocemos como pezón invertido. Una malformación que aqueja a más mujeres de lo que podemos pensar y que, gracias a la cirugía, tiene solución.

¿Qué entendemos como pezón invertido?

El pezón invertido es un fenómeno que ocurre en la mama cuando esta parte de la misma no protruye o no sale al exterior. En este caso el pezón se mantiene escondido, retraído en la areola y genera una rara sensación estética en los pechos pues estamos acostumbradas a ver los pezones en su forma correcta (mirando hacia fuera).

Como decíamos anteriormente muchas mujeres padecen este problema estético (cerca del 8-10%) y su razón o causa puede ser de origen congénito (se manifiesta desde el nacimiento) o también adquirido en la edad adulta.

La forma en que se manifiesta no suele ser de manera asimétrica (dándose en ambas mamas a la vez) y en la gran mayoría de casos no está sujeto a problemas de infecciones, tumores u otras alteraciones.

Los diferentes tipos de pezón invertido en la mujer

Como podrás imaginar no todos los casos de pezón invertido se ven de igual manera, existen una serie de grados o tipos que marcan la diferencia en cada mujer y que muestran mayor o menor severidad:

  • Grado I: El pezón se puede extraer sin dificultad gracias a la estimulación manual o en algunos casos sin necesidad de la misma.
  • Grado II: Para sacarlo es necesario manipularlo (como en el caso anterior), pero en este grado vuelve a quedar invertido después de hacerlo.
  • Grado III: El caso más grave. No es posible la extracción del pezón.

Hay que destacar que los grados más habituales en las mujeres son el I y II (afectando al 90% de los casos) dejando el III para una pequeña excepción.

¿El pezón invertido puede ser un problema aparte de en lo estético?

El pezón invertido puede ser un mayor o menor problema para nosotras dependiendo de la manera en la que se ha producido.

Si el pezón tenía esta forma de manera congénita o desde el nacimiento, no suele dar problemas o síntomas, más allá de en lo estético, claro. No obstante, si el pezón invertido es adquirido y aparece de manera brusca puede tener cierta sintomatología. Los efectos que se pueden llegar a apreciar son: dolor o malestar general en la mama, acompañado de una piel más engrosada, enrojecida e irritada.

En el primer caso la opción de buscar o no un tratamiento depende de la molestia que tenga o no la mujer con respecto al ámbito de la belleza de sus pechos, pero, en el segundo caso, sí sería recomendable un tratamiento, ya que trasciende esta parte estética.

Por último, mencionar que el pezón invertido no impide la lactancia, ya que el bebe al sacar la leche mama de la areola, no del pezón. Lo cual no impide asegurar una alimentación al bebe durante todo el proceso de su desarrollo.

Tratamiento de los pezones invertidos gracias a la cirugía

El único método seguro y definitivo para resolver el problema de los pezones invertidos consiste en  la cirugía mamaria.

Su tratamiento se puede asociar también a una cirugía más grande, ya sea una mastopexia o un aumento de pecho, pero no es en absoluto necesario y se puede realizar de forma unitaria, sin necesidad de una intervención tan compleja.

La cirugía que se realizaría para acabar con los pezones invertidos viene a atacar la raíz del problema: los conductos galactóforos que son más pequeños de lo que en realidad debían ser, eliminándolos de la mama para evitar su negativa acción.

Hay que destacar que en los casos de mayor gravedad (grado III) es posible que se deban recortar todos los conductos galactóforos, lo que impediría en el futuro la lactancia. No obstante, como hemos aclarado antes, son los casos más aislados dentro de las mujeres que sufren de pezón invertido.

Si decidimos hacer esta cirugía de manera unitaria (sin estar asociada a una cirugía de mama mayor) se trata de un procedimiento muy sencillo y rápido, que se realiza de forma ambulatoria, en la propia clínica y con anestesia local.

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