Ana tiene 42 años y el pasado mes de agosto pasó por quirófano, en manos de la Doctora Meli, para corregir su problema de mamas tuberosas. Cuando todavía no han pasado cinco meses desde su intervención, hablamos con ella para que nos cuente cómo ha sido su experiencia.

Charlamos con Ana sobre sus expectativas, sus dudas e inquietudes antes de la cirugía, por qué decidió operarse con la Doctora Meli, cómo fue el postoperatorio y cómo se siente a día de hoy después de una cirugía reconstructiva de mama. ¡Muchas gracias Ana por tu tiempo, tu simpatía y tu generosidad al compartir este testimonio!

¿Cuándo descubriste que tenías mamas tuberosas?

He querido operarme el pecho desde que tenía 17 años: sentía que tenía un pecho raro, sin una forma redondeada y bonita. Lo cierto es que nunca sentí gran inseguridad o complejos por la forma de mis pechos; no es algo que me haya impedido hacer mi vida. Pero sí es verdad que nunca me he sentido totalmente satisfecha con ellos.

Hace poco empecé a investigar sobre las mamas tuberosas, y descubrí que era muy probable que mi problema fuera ese. Y necesitaba encontrar a un cirujano especializado en cirugía plástica, estética y reparadora que fuera capaz de reconstruir mis senos y darles una forma bonita.

¿Cuándo tomaste la decisión de operarte?

Aunque pueda parecer sorprendente, tomé la decisión durante el confinamiento. Sentí que había llegado el momento en mi vida de cambiar aquello con lo que no estaba conforme.

¿Cómo eran tus senos antes de pasar por la cirugía de mamas tuberosas?

Mis senos se caracterizaban, como suele ocurrir con las mamas tuberosas, por ser muy picudos; como si no hubieran terminado de desarrollarse del todo. Al no tener polo inferior, se trataba de senos muy pequeños y constreñidos, con esa forma tan característica de pico.

Las areolas y los pezones también eran excesivamente grandes. Casi ocupaban la totalidad de la mama.

¿Cómo supiste de la existencia de la Doctora Meli?

Un amigo me habló de la cirugía de senos de una amiga suya, que estaba muy contenta con los resultados tan naturales que había conseguido. Resultó que su cirujana había sido la Doctora Meli. Empecé a investigar un poco sobre ella en Internet y la verdad es que todo lo que leí me encantó.

¿Por qué decidiste finalmente que la Doctora Meli te operase el pecho?

Además de por las referencias tan buenas que ya tenía sobre ella, y por lo que pude leer, la verdad es que nada más entrar por la puerta de su consulta sentí que estaba en el lugar indicado. Y que ella sería mi cirujana.

Su trayectoria profesional es impecable. El hecho de que siga vinculada al ejercicio de su profesión dentro de la sanidad pública, y que tenga además gran experiencia en cirugías reconstructivas en niños y adolescentes, es algo que me gustó especialmente.

La Dra. Meli tiene un trato muy cálido y humano, transmite muchísima tranquilidad desde el primer momento, y yo sentí que podía confiar plenamente en ella. Escuchó mis preferencias, mis inquietudes, mis preocupaciones… y supo resolverlo absolutamente todo.

Me gusta mucho la aproximación que tiene la doctora respecto a la cirugía mamaria: que va más allá de una cuestión meramente estética. Y es que una cirugía como la de mamas tuberosas realmente puede cambiarle la vida a las mujeres que deciden dar el paso.

Y el tiempo nos ha dado la razón. La cirugía ha sido todo un éxito y ahora tengo unos pechos preciosos y muy naturales: exactamente lo que quería.

¿Qué buscabas conseguir con tu operación de mamas tuberosas?

Desde el primer momento, como le expresé a la doctora, yo quería tener unos senos con una forma redondeada y bonita. No buscaba un gran tamaño. De hecho, quería unos senos pequeños, pero redonditos y equilibrados respecto al resto de mi cuerpo.

Tal y como me explicó la doctora, como nos ocurre a las mujeres que tenemos mamas tuberosas, nuestro problema tiene que resolverse a través de una cirugía de reconstrucción mamaria. No es algo que pueda arreglarse solo con unos implantes o con lipofilling. Se trata de una intervención que requiere de manos muy especializadas para lograr una forma perfecta.

¿Cuáles eran tus preocupaciones antes de enfrentarte a la cirugía de mamas tuberosas?

Por un lado, no quería de ninguna manera que mis pechos fueran demasiado grandes. Prefería siempre sacrificar el tamaño si la forma quedaba como yo quería. Uno de los grandes prejuicios que yo tenía respecto a la cirugía mamaria era que los resultados fuesen antinaturales y los pechos fueran demasiado grandes y llamativos.

De hecho, incluso le pregunté a la Doctora Meli si sería posible no utilizar prótesis mamarias y solamente lipofilling. Pero lógicamente, debido a mi problema, entendí inmediatamente que no, tal y como ella me explicó.

Debido a la configuración de mis senos, yo carecía de polo inferior. Y para que el polo inferior tenga volumen y se mantenga, una vez reconstruido, es necesario introducir esa prótesis mamaria. En mi caso fueron dos prótesis mamarias anatómicas de 315cc.

¡Y el resultado ha sido exactamente lo que yo estaba buscando!

Por otro lado, mi otra gran preocupación tenía que ver con las cicatrices. Había escuchado de todo, y me daba miedo quedarme con una cicatriz que para mí fuera mucho más traumática que tener mamas tuberosas. Si iba a ser así, desde luego prefería quedarme como estaba.

Pero tal y como me explicó la Doctora Meli en consulta, y como se puede ver en el estupendo resultado final, las cicatrices son prácticamente invisibles.

La vía de abordaje fue a través del surco submamario, es decir, debajo justo de la mama. De esta forma, la cicatriz queda totalmente escondida debajo del seno.

Pero es que la propia cicatriz en sí misma no se nota nada de nada. Es tan pequeña que resulta prácticamente imperceptible, porque además con el paso del tiempo y el proceso de curación su color se va asemejando cada vez más al de la piel.

¿Qué recuerdas del día de la intervención?

Yo estuve súper tranquila en todo momento. Incluso dormí genial la noche anterior. Sabía que estaba en las mejores manos; confiaba plenamente en la doctora y en su equipo.

De hecho, cuando ya estaba en quirófano y me estaban poniendo la anestesia general, recuerdo que me hicieron reír. Mónica, la anestesista, además de una gran profesional es una mujer súper simpática, agradable y divertida. Y como me dormí con una sonrisa en la boca, con esa misma sonrisa me desperté después de la intervención.

¿Cuánto tiempo duró tu operación de mamas tuberosas?

En mi caso, al ser una cirugía de reconstrucción de mamas tuberosas, fue más larga que en otras cirugías mamarias. Solamente la intervención duró unas cuatro horas, aproximadamente.

En ella, no solo me reconstruyeron el polo inferior de la mama y le dieron una forma redondeada mucho más estética, sino que además introdujeron prótesis anatómicas y reconstruyeron la areola y el pezón, para hacerlos más pequeños y equilibrados respecto al conjunto de la mama.

¿Qué te parece el equipo que asiste a la Doctora Meli en quirófano?

Una pasada. Son todos majísimos. Me sentí súper cómoda y tranquila en todo momento: tanto antes como después de la intervención.

Recuerdo que me llamó la atención que hubiera tanta gente en quirófano. En total, yo creo que serían unos 6 o 7 profesionales. Eso es algo que generalmente los pacientes no tenemos en cuenta, y pensamos que solo nos opera una persona. Pero es fundamental que el cirujano o la cirujana tenga un equipo de profesionales excelentes a su lado para que la intervención sea un éxito.

¡Y en el caso de la Doctora Meli sin duda lo son!

¿Qué sentiste la primera vez que viste tus nuevos pechos?

Cuando me desperté a la mañana siguiente (en mi caso pasé una noche en el hospital después de la operación), la Doctora Meli vino muy temprano a hacerme mi primera revisión. Me quitó el vendaje y me puso el sujetador especial.

En ese momento aluciné: ¡ni siquiera tenía hematomas! Y a pesar de la hinchazón lógica después de una intervención de esas características, ya pude apreciar que los resultados eran increíbles.

¿Te daba miedo el postoperatorio?

Antes de operarme sin duda unos de mis grandes miedos, como nos ocurre a todas, era el dolor postoperatorio. Había escuchado casos de mujeres que decían que el dolor después de la operación era horrible e insoportable. ¡Para nada! Yo no sentí absolutamente ningún tipo de dolor horrible. Con la medicación pautada por la doctora, que en mi caso fueron analgésicos, relajante muscular y antibióticos, todo fue como la seda.

¿Cómo es el postoperatorio de la cirugía de mamas tuberosas?

En mi caso, como ya me explicó la Doctora Meli en su momento, era muy importante tener ayuda en casa. Y es algo que realmente es muy importante, durante los primeros tres o cuatro días, para las mujeres que se operan el pecho.

En necesario que alguien te eche una mano esos primeros días inmediatamente posteriores a la cirugía para levantarte, ayudarte lógicamente con las tareas domésticas, etc. No puedes coger nada de peso, y algo tan cotidiano como subir una persiana, que no piensas ni siquiera sobre ello, es algo que no puedes hacer al principio.

De hecho, en mi caso, afortunadamente pude dejar a mi hija pequeña que tiene 5 años con su padre durante mi postoperatorio.

¡Aunque la verdad es que la recuperación es súper rápida! Y poco a poco, cada día, vas notando que mejoras. La primera semana empieza a bajar la inflamación. Al mes, ya te encuentras muchísimo mejor y solo vas notando ligeras molestias, porque lógicamente te sigues recuperando. Y a los dos meses la verdad es que prácticamente estás al 100%.

Yo me sentí totalmente recuperada al cuarto mes desde la cirugía, más o menos. ¡A partir de ese momento, la verdad es que parece que he tenido estos pechos toda la vida!

También es verdad que no es lo mismo una cirugía reconstructiva de mamas tuberosas como la mía, que solamente un aumento de pecho sencillo resuelto con lipofilling o con prótesis: mi proceso de recuperación fue un poco más lento, como es normal, porque mi caso era más complejo.

Sin embargo, no lo recuerdo como algo traumático, doloroso o incapacitante. Solamente que requiere asumir un tiempo de reposo y algunos cuidados especiales.

Por ello, es importante que las mujeres que quieren operarse los pechos, sea cual sea su caso, sean conscientes de que después de la intervención viene un periodo de recuperación más o menos largo en función de su caso particular.

¿Qué es lo que peor has llevado del postoperatorio?

Si tengo que señalar algo, lo que peor recuerdo del postoperatorio quizás fueron los primeros días para dormir: porque tienes que dormir incorporada sin moverte. Y esa postura a mí no me resultaba cómoda. ¡Y yo soy muy dormilona!

¿Cómo fueron las revisiones posteriores a la intervención?

Otra cosa que me encantó de la Doctora Meli tiene que ver precisamente con esto. Las revisiones postoperatorias fueron constantes, personalizadas y ocurrían de forma totalmente natural.

Es decir, que no hubo una pauta fija de revisiones (semanales o cada quince días, por ejemplo); lo cual me dio muchísima tranquilidad.

Sentí en todo momento que la doctora estaba muy pendiente de mi proceso. Si por ejemplo me veía un lunes, si ella lo consideraba oportuno me decía que fuera de nuevo el viernes. Y así poco a poco las revisiones se fueron espaciando en el tiempo conforme el proceso de recuperación avanzaba. Jamás sentí que necesitase más atención o que se me quedasen dudas o inquietudes sin resolver.

¿Hubo algún resultado de tu cirugía de mamas tuberosas que te haya sorprendido?

¡Mi canalillo! Me encanta. Tengo un canalillo totalmente natural y precioso. Quedó perfecto.

¿Qué te pareció el precio de la cirugía de mamas tuberosas?

¡No me pareció en absoluto desorbitado! Me pareció un precio muy correcto, que incluye absolutamente todo. Es un equipo de profesionales muy completo, con una noche de hospitalización en el caso de una cirugía más complicada como la mía, la anestesia, el quirófano, etc.

Yo desde luego valoro el trabajo de los demás y jamás pensé que fuera un precio excesivo. Solamente en mi operación, como comentaba, había un equipo de unos 6 o 7 profesionales pendientes de mí en todo momento.

¿Recomendarías a la Doctora Meli para una cirugía de mamas tuberosas?

¡Claro que sí! La doctora acertó absolutamente en todo. Tanto en el diagnóstico de mamas tuberosas como en los métodos y detalles de la cirugía: la vía de abordaje, el tipo y tamaño de las prótesis, etc. Todas las decisiones que ha tomado han sido las mejores para mi caso concreto.

Es fundamental que tú como paciente expreses todas tus dudas, preocupaciones y preferencias para que los cirujanos puedan tomar las mejores decisiones. Y con la doctora todo es fácil y natural: desde el primer momento te genera la máxima confianza. Y los resultados le dan la razón.

A día de hoy puedo llevar sujetadores con aro, encajes, body y diseños que antes para mí eran totalmente impensables… No puedo estar más contenta con la decisión que tomé el día que decidí que iba a operarme con ella.