Tener la areola del pecho demasiado grande es un problema que afecta a muchas mujeres.

En numerosas ocasiones, estas pacientes acuden a consulta por otro problema relacionado, por ejemplo, buscando una reducción de pecho. Y sienten inquietud cuando les contamos que existe un procedimiento para reducir el tamaño de su areola o pezón: ¿la operación es complicada? ¿Sentiré dolor o falta de sensibilidad? ¿Dejará cicatriz en mi pecho?

Si crees que este es tu caso, puedes estar tranquila. La operación de reducción de areola es muy sencilla, rápida y no necesitarás pasar por un largo proceso postoperatorio. No pierdas detalle de todo lo que te vamos a contar a continuación.

¿Cuál es el tamaño «normal» de una areola?

Ya sabemos que hay muchos gustos estéticos, y que la “normalidad” puede ser algo muy subjetivo. Al fin y al cabo, aquí lo más importante es que te sientas bien contigo misma.

Pero en términos estéticos, existen ciertas medidas que nos hablan del equilibrio y de la proporción de la mama. Y el llamado complejo areola-pezón (CAP) juega un papel fundamental.

El tamaño de una areola normal está entre los 2 y los 4 cm de diámetro. Todo lo que se encuentre por encima de esta medida provoca sensaciones antiestéticas o desequilibradas. Hay bastantes casos de pacientes que presentan, incluso, megareola: una areola demasiado grande que prácticamente puede llegar a ocupar la totalidad de su seno.

La areola de mi pecho es demasiado grande… ¿Por qué?

Que una mujer tenga la areola de su pecho demasiado grande, por encima de esos 4 cm de diámetro que mencionábamos, no se debe solo a una única razón. Los motivos pueden ir desde cuestiones congénitas u hormonales, hasta cambios de peso o embarazos que deformen nuestros senos.

De hecho, una de las razones más comunes por las que muchas mujeres se plantean la reducción de sus areolas tiene que ver precisamente con esto último: los embarazos y la lactancia. La areola y el pezón suelen aumentar su tamaño en torno a la semana 15 de gestación, donde empiezan a activarse las células productoras de leche.

Este fenómeno totalmente natural puede causar también mucha insatisfacción en las mujeres cuando ya ha finalizado el periodo de lactancia de sus hijos. Observan que sus pechos se han deformado demasiado y no vuelven a su forma anterior; y no se sienten nada cómodas con una areola o un pezón tan grandes.

Pero también se da el caso de pacientes con otro tipo de malformaciones mamarias que presentan una areola demasiado grande como consecuencia de ello. Hablamos de las famosas mamas tuberosas, donde podemos encontrar protrusión cónica de la zona: la areola ocupa la práctica totalidad del seno, y el proceso requiere de una reconstrucción mamaria para liberar la constricción, corregir la anomalía y otorgar una forma bonita y redondeada al pecho.

¿Cómo reducir el tamaño de la areola o pezón? ¿En qué consiste la operación?

La respuesta específica a esta pregunta dependerá siempre del caso particular de cada paciente. En general, una operación de reducción de areola no se trata de un procedimiento complejo, y puede incluso llevarse a cabo en una hora con anestesia local.

Pero atención, que no sea una cirugía mayor no quiere decir que cualquier cirujano pueda llevarla a cabo con resultados exitosos.

El cirujano plástico que intervenga el pezón ha de ser especialista en cirugía mamaria plástica y reconstructiva: debe tener máximo cuidado en el equilibrio de las proporciones y en la propia manipulación de la zona, para respetar tanto la estética como la funcionalidad (no podemos olvidar que los pezones tienen también la finalidad de amamantar a los bebés).

La técnica para reducir la areola o pezón recibe el nombre de Round Block. Para ello, se trazan dos círculos concéntricos en la areola, y el área que queda entre ambos es el espacio de tejido sobrante que debe extirparse. Después se procede a suturar y se conecta la piel de la mama, por así decirlo, con la areola que hemos corregido: el fruncido es tan perfecto que la cicatriz se disimula perfectamente con el borde de la nueva areola.

Es muy frecuente que la operación de reducción de areola se asocie con otras intervenciones al buscar la proporción de la mama, como por ejemplo una mamoplastia de reducción o una mastopexia (lifting mamario). Y todo ello puede llevarse a cabo en una misma intervención.

En el caso específico de las mamas tuberosas, como comentábamos antes, la cirugía mamaria es un poco más compleja. Y la recolocación de la areola y del pezón requiere previamente que reconstruyamos las estructuras de la mama y que coloquemos un implante para expandir correctamente el polo inferior.

¿Qué resultados puedo esperar de la cirugía de reducción de areola?

Gracias a esta intervención no solo se consigue reducir el tamaño de una areola excesivamente grande, sino que se contribuye con una mejora más que evidente de las proporciones de la mama. Por lo que resulta muy satisfactoria para las pacientes, que empiezan a apreciar los resultados a partir de la tercera semana.

El postoperatorio no es para nada demasiado molesto. De hecho, cuando la reducción es muy sencilla y no tiene asociada ninguna otra intervención, las pacientes pueden recuperarse tranquilamente en su domicilio desde el primer momento, sin necesidad de ingreso hospitalario. Cuando han pasado 2 o 3 días desde la cirugía, pueden retomar su vida normal y regresar al trabajo.

¿Tienes dudas que todavía no hemos resuelto? ¿Crees que tienes una areola o pezón demasiado grande, pero no sabes si puedes ser candidata a esta cirugía? ¡Ponte en contacto con nosotras! Cada paciente es única para la Dra. Meli: tu caso se tratará de forma totalmente personalizada para que logres la satisfacción que estás buscando.