Existen tratamientos para recuperar el tono juvenil y limar las asperezas que el inevitable paso del tiempo y las agresiones externas han ido provocando en nuestro rostro. Varios de estos métodos de rejuvenecimiento facial no requieren cirugía y proporcionan unos resultados altamente satisfactorios.

Gracias a sus ventajas, incluyendo el hecho de no tener que pasar por un postoperatorio que exija grandes cuidados, los rellenos faciales se han popularizado enormemente. Entre ellos, aquellos que emplean el ácido hialurónico como componente principal son de los favoritos.

¿Cuáles son las características que han convertido el relleno facial de ácido hialurónico en el tratamiento estrella contra el envejecimiento facial?

¿Cuál es la principal diferencia entre un relleno facial y otro tipo de tratamientos?

Ya hemos hablado anteriormente de las propiedades del lipofilling o el relleno facial con grasa autóloga (que también puede aplicarse en otros tejidos del cuerpo). Como su propio nombre indica, en este tipo de tratamientos, a diferencia de otros procedimientos o técnicas como los neuromoduladores, se procede a “rellenar” determinados puntos del rostro: por ejemplo, las arrugas.

Es importante recordar aquí que un tratamiento de relleno facial inyectable no es lo mismo que una infiltración de los neuromoduladores. En este último caso, la toxina se introduce en los músculos faciales para adormecerlos y que esto implique el difuminado de las arrugas.

Un tratamiento de relleno facial con base de, por ejemplo, ácido hialurónico tiene una forma de actuar muy diferente. Las sustancias hidratantes y que aportan elasticidad y promueven la activación del colágeno se infiltran directamente en la piel del paciente, o bien en el espacio comprendido entre la piel y el músculo, de modo que no provocan ninguna reacción directa en la musculatura.

¿Qué ventajas tiene el ácido hialurónico en la piel de nuestro rostro?

El ácido hialurónico se encuentra de forma natural en nuestro organismo. Lo hallamos en las células de la piel, en los cartílagos y en la sustancia reticular que constituye la base del tejido conectivo (el tejido de soporte de la piel) y, conforme pasan los años, lo vamos perdiendo como parte del proceso de envejecimiento. Esto hace que la piel pierda firmeza, que esté más deshidratada (provocando la aparición de arrugas finas) y que se pierda volumen en ciertas áreas como la ojera o los pómulos. Todo esto contribuye al aspecto envejecido y cansado del rostro.

Actualmente disponemos de ácido hialurónico con distintos grados de reticulación ( o densidad) lo que nos permite corregir diferentes problemas: los menos densos aportan sobre todo hidratación y mejoran de forma global la calidad de la piel, mientras que los de alta densidad nos sirven para reponer volumen en las áreas donde se ha perdido.

Analizamos a continuación algunas de las ventajas más llamativas para nuestra piel:

  • Precisamente gracias al hecho de que forme parte de nuestro cuerpo, los rellenos dérmicos con ácido hialurónico son fácilmente asimilables y no suelen generar rechazos en los pacientes.
  • Aporta gran hidratación, frescura y volumen, gracias a la gran capacidad de estas moléculas para retener agua.
  • Mejora la síntesis de colágeno y elastina; contribuyendo con la luminosidad y la elasticidad de la piel del rostro.
  • Consigue atenuar y mejorar desde leves líneas de expresión hasta arrugas más profundas como, por ejemplo, el surco nasogeniano.
  • Tiene la capacidad de aportar volumen de forma natural a determinados puntos clave del rostro como son los pómulos, el mentón o las comisuras de los labios.
  • Puede mejorar marcas más profundas de la piel como las cicatrices.
  • Consigue disimular las bolsas de los párpados y elevar levemente las cejas, lo que potencia el rejuvenecimiento de la mirada.
  • La revitalización de la piel es prácticamente inmediata. Esto confiere un aspecto saludable y natural que no es incompatible con la corrección de la arruga. La expresividad no se verá alterada.
  • El ácido hialurónico se inyecta fácilmente (siempre y cuando sea gracias a un médico profesional especialista en medicina estética), con anestesia local, en sesiones de unos 30 minutos de duración. Sus efectos son temporales y es un producto reabsorbible.
  • La visibilidad de los resultados tras su aplicación es prácticamente inmediata.
  • Los efectos del relleno con ácido hialurónico pueden llegar a mantenerse durante uno o dos años. Y su aplicación puede repetirse tantas veces como se desee. Generalmente, dependiendo del área y de las características del paciente, se recomienda que el tratamiento se repita a partir de los 8 o 9 meses desde su última aplicación.
  • Los efectos secundarios son prácticamente inexistentes, y están relacionados con leves hematomas o inflamación.
  • Es recomendable no hacer deporte durante las primeras 48 horas después del tratamiento. Ni, como es lógico, someter el rostro a fuertes impactos.

Relleno facial con ácido hialurónico, seguro y eficaz, gracias a la Doctora Meli

¿Conocías las ventajas del ácido hialurónico? ¿Tienes dudas sobre el procedimiento o sobre los efectos que podrían conseguirse en tu rostro? Contáctanos y te asesoraremos sobre los mejores tratamientos para rejuvenecer tu rostro aportando luminosidad, hidratación, elasticidad y un efecto saludable y natural.