Llegan las fechas en las que el sol hace su gran aparición y no podemos estar más agradecidos pues eso significa disfrutar de las altas temperaturas y de las actividades más características de la estación del verano como la playa o la piscina. No obstante, si bien el sol nos enamora y tiene efectos muy beneficiosos para nuestra salud física y mental, debemos de tomar ciertas precauciones pues un exceso de exposición puede acarrear también efectos muy negativos en nuestra piel.

Algunas consecuencias o efectos nocivos pueden ser de forma aguda (como las quemaduras solares) o de forma crónica (como el envejecimiento de la piel) y debemos de protegernos debidamente para poder hacer uso de los grandes beneficios del sol y no de sus grandes inconvenientes.

Es por ello esencial conocer cómo actúa el sol en nuestra piel, conocer de manera más profunda las posibles afecciones negativas y cómo podemos protegernos para evitar dichas afecciones.

La exposición al sol no afecta a todos por igual

Aunque pueda parecer algo curioso el bronceado es la forma que tiene nuestra piel de protegernos frente a la agresión del sol. Es por ello que los hombres y mujeres que tienen una piel más clara disponen de una mayor facilidad para sufrir las consecuencias negativas de los rayos UVB y UVA.

Las personas tienen diferentes tipos de piel que, según la cantidad de melanina (pigmento que protege a la piel frente al sol) tienen mayor o menor protección frente a los efectos negativos del sol:

Fototipo I: Son aquellas personas que tienen una piel muy clara y predominantemente con pelo rubio o pelirrojo. Sufren de quemaduras muy intensas y no se broncean.

Fototipo II: Personas con tez clara y con pelo rubio o pelirrojo. Sufren de quemaduras intensas y no se broncean.

Fototipo III: Estas personas disponen también de una piel clara, pero su color de cabello es predominantemente castaño. Sufren quemaduras ocasionalmente y en este caso sí que se broncean.

Fototipo IV: Son aquellas personas que tienen una piel oscura y con pelo moreno. Raramente sufren quemaduras y consiguen un bronceado intenso.

¿Te has reconocido en alguno de los grupos? Si te encuentras principalmente en los fototipos I o II es importante que te informes sobre lo que viene a continuación.

Consecuencias o efectos negativos por la alta exposición al sol

Como hemos ido advirtiendo a lo largo del presente artículo existen consecuencias que pueden llegar incluso a ser muy severas de la prolongada exposición al conocido como astro rey. Es muy posible que en algún momento hayas sufrido alguna de ellas, pero es importante no bajar la guardia dado que los daños solares se acumulan en nuestra piel.

Los principales efectos adversos que el sol puede causarnos serían:

Quemaduras solares

Es el efecto más conocido, más común y más visible por el sol. Es causado por los rayos ultravioletas B y puede aparecer las 24 horas después de una alta exposición solar.

Una quemadura de nivel intenso puede provocar enrojecimiento, dolor, hinchazón, e incluso ampollas. En los casos más graves puede incluso aparecer síntomas poco habituales como fiebre, escalofríos o dolor de estómago, que indican la necesidad de una atención médica de urgencia.

Con respecto a su tratamiento, no existe una metodología específica o una cura concreta. Sería recomendable la aplicación de una crema de after sun o hidratante para calmar la piel.

Arrugas y envejecimiento cutáneo

El 90% de los síntomas de envejecimiento están producidos por el sol. Nuestras abuelas ya lo sabían, y no salían sin sombrero o pañuelo a la calle.

Las personas que se encuentran de manera constante frente a la luz del sol, ya sea por su trabajo o por ocio y no se protegen debidamente de la exposición solar, desarrollan un mayor envejecimiento cutáneo, con una mayor afectación de la textura y la elasticidad de la piel, así como una mayor formación de arrugas y de manchas.

Reacciones alérgicas

Un 20% de la población desarrolla alergia al sol en algún momento de su vida y se manifiesta con manchas rojas, picores y erupciones en la piel. Como ves no se tratan de casos aislados y, en las situaciones más atípicas y severas, existe un reducido número de personas que nacen con enfermedades genéticas que impiden la exposición al sol durante toda la vida.

Cáncer de piel

Es bien conocido que la luz solar es un factor implicado en la provocación de cáncer de piel, tanto el carcinoma basocelular y escamoso como el melanoma. Por si todavía existía alguna duda, un 90 % de estos cánceres aparecen en las zonas de la piel expuestas al sol: la cara, el cuello, las orejas, las manos y los antebrazos.

¿Cómo podemos evitar las lesiones solares?

Frente al sol solo cabe la protección y la precaución:

  • La protección solar es una herramienta básica y esencial de protección. Puede ayudar a prevenir los daños inducidos por la luz solar y reducir el riesgo de cáncer.
  • Unas medidas también importantes a tener en cuenta de fotoprotección son evitar el sol en las horas centrales del día (Entre 11 am y 4 pm), pues es cuando más agresión puede producirse en nuestra piel, y utilizar ropa adecuada (protección física).
  • La ropa adecuada debe ser de un tejido lo suficientemente tupido. Es además importante el uso de sombreros o gorros de ala ancha para proteger la región facial, así como el uso de gafas de sol para proteger la región ocular.
  • Debemos recordar que las sombrillas y sombreros son efectivos para protegernos de los rayos UV que inciden de forma vertical, pero no contra la luz difusa que se produce por reflejo sobre el agua, la arena y otras superficies.

Siguiendo estos sencillos consejos conseguiremos evitar la mayoría de las agresiones cutáneas y podremos disfrutar de todo lo bueno que tiene para ofrecer el verano.

Agénciate un buen protector solar (mínimo de factor 15 para pieles normales y 30 para las personas con la tez muy blanca) y reduce tu exposición al sol en las horas de máxima radiación, ¡Tu piel te lo agradecerá!

Si los signos del envejecimiento cutáneo han hecho ya su mella, existen tratamientos estéticos que pueden ayudar a recuperar la textura y luminosidad de la piel. Para más información contacta con el equipo de especialistas de la Dra. meli.