Seguro que te has encontrado ya muchos posts o comentarios en foros un tanto alarmistas sobre este tema. Puede incluso que hayas leído malas experiencias sobre pacientes que, después de someterse a una blefaroplastia, tienen cicatrices antiestéticas en sus párpados. 

Pero debes estar tranquila. Es totalmente normal que, ante la idea de una posible cicatriz después de una blefaroplastia, te sientas inquieta. Es una duda muy frecuente entre nuestros pacientes, ¡y está genial que se la plantees a tu cirujano o cirujana! 

Como ocurre ante cualquier otra intervención, especialmente si se lleva a cabo en una zona tan visible e importante como es el rostro, la preocupación sobre una posible cicatriz es inevitable. Y forma parte de las preguntas más frecuentes entre nuestros pacientes. 

¿Quedan cicatrices tras una blefaroplastia?

Para responder a esta pregunta, lo mejor es primero entender un poco en qué consiste una blefaroplastia, qué tipos hay y qué implica la cicatrización en cada caso.

Como seguro que ya sabes, la blefaroplastia es una cirugía que se lleva a cabo en los párpados del paciente para rejuvenecer su mirada. Y es capaz de eliminar esa sensación de fatiga y cansancio constante que tantos años nos echa encima.

Esta intervención se encarga de eliminar, por lo tanto, los problemas más frecuentes que afectan a los párpados: el exceso de piel, la flacidez y las bolsas de grasa antiestéticas alrededor del ojo.

Se suele distinguir entre tres tipos de blefaroplastia.

  • Blefaroplastia superior: busca corregir la flacidez o el descolgamiento del párpado superior. Por lo general, en estos casos lo más común suele ser eliminar el exceso de piel sobrante de la zona. Para ello se suele realizar una ligera incisión bajo la línea de las pestañas, extirpando con sumo cuidado solo el tejido sobrante que sea estrictamente necesario, y disimulando la cicatriz postquirúrgica.
  • Blefaroplastia inferior: aquí nos podemos encontrar bolsas con exceso de grasa, laxitud, arrugas en la piel del párpado, ojeras pronunciadas… La vía de abordaje más común en este caso suele ser desde la cara interna del párpado: “transconjuntival”. Es una técnica muy interesante, porque no deja ningún tipo de cicatriz externa visible. Sin embargo, no es apta para todo tipo de pacientes. Solo es ideal para los casos en donde sea necesario extirpar grasa, pero no exista un gran exceso de piel sobrante.
  • Blefaroplastia completa: como ya te imaginas por su nombre, aquí nos referimos a la cirugía de párpados completa, en ambos párpados. Y se aplica la vía de abordaje que se considere más oportuna para solucionar los diferentes problemas de exceso de piel, grasa o músculo que pueda tener el paciente.

De modo que, en cualquier caso, y siempre que pongas tu mirada en manos con dilatada experiencia como las nuestras, la cirugía de párpados no debería dejarte ningún tipo de cicatriz visible, molesta o anestésica. Siempre cuidamos todo los detalles para disimular al máximo la leve incisión practicada.

En el caso de la mencionada técnica transconjuntival (incisión interna), como mencionábamos al hablar de la blefaroplastia inferior, no quedará ningún tipo de evidencia de cicatriz externa. 

Pero cuando no pueda emplearse esa técnica, y el párpado deba intervenirse por su cara exterior, hablamos de un tejido tan fino y delicado que su proceso de cicatrización es mucho más rápido y agradecido: siempre y cuando el paciente siga las pautas indicadas en su postoperatorio, la posible marca será prácticamente invisible y completamente disimulable.  

¿Qué hacer para evitar una cicatriz visible después de la blefaroplastia?

Es importante recordar que cualquier incisión que nos practiquen en la piel nos va a dejar una pequeña marca. 

Cierto es que la última tecnología láser, las vías de abordaje más modernas y la experiencia del cirujano pueden llegar a disimular la cicatriz posquirúrgica hasta el punto de que sea inapreciable. Pero aquí, tanto la genética como la responsabilidad de cada paciente tienen un papel importante.

No todas las pieles cicatrizan del mismo modo ni a la misma velocidad, de igual forma que no todo el mundo tiene el mismo tipo de piel con sus mismas características, ni que exija los mismos cuidados. 

Asimismo, después de una blefaroplastia, debes seguir con diligencia las instrucciones de tu cirujano: como la ausencia de esfuerzos o ejercicio físico durante los primeros 10 días, mantener una higiene adecuada de la zona, usar las cremas prescritas y evitar la exposición directa al sol hasta que quede indicado, entre otras.

¿Te has quedado con alguna duda? Pregúntanos todo lo que necesites saber. La Dra. Meli te espera para informarte de forma personalizada y ofrecerte el mejor diagnóstico. No dejes que tu mirada te traicione por miedo a una cicatriz. La blefaroplastia, en sus manos, te cambiará la vida.